HISTORIA
Historia La historia de la fibra óptica comienza cuando el
físico irlandés John Tyndall descubrió que la luz podía viajar dentro de un
material en curva (agua) por la reflexión interna total. Este principio fue
utilizado en su época para iluminar corrientes del agua en fuentes públicas. En
1952, el físico Narinder Singh Kapany, apoyándose en los estudios de John
Tyndall, realizó experimentos que condujeron a la invención de la fibra óptica.
Uno de las primeras aplicaciones de la fibra óptica fue usar un haz de fibras
para la transmisión de imágenes, y se aplicó en el endoscopio médico.
Utilizando la fibra óptica, se consiguió un endoscopio semiflexible, el cual
fue patentado por la Universidad de Michigan en 1956. En este invento se usaron
unas nuevas fibras forradas con un material de bajo índice de refracción, ya
que antes se impregnaban de aceites o ceras . Charles Kao en su tesis doctoral
de 1966 estimó que las máximas pérdidas que debería tener la fibra óptica para
que resultara práctica en enlaces de comunicaciones eran de 20 dB/km. En 1970
los investigadores Maurer, Keck, Schultz y Zimar que trabajaban para Corning
Glass Works fabricaron la primera fibra óptica dopando la sílice con titanio.
Las pérdidas eran de 17 dB/km. Durante esta década las técnicas de fabricación
se mejoraron, consiguiendo perdidas de tan solo 0,5 dB/km. Y en 1978 ya se
transmitía a 10 Gb.km/s. El 22 de abril de 1977, General Telephone and Electronics
envio la primera transmisión telefónica a través de fibra óptica, en 6 Mbit/s,
en Long Beach, California.
Los primeros cables submarinos que sirvieron para la
comunicación entre continentes fueron los cables telegráficos, instalados en
los tiempos de la guerra de Secesión. Les han sucedido los cables coaxiales,
para realizar conversaciones telefónicas. El primer cable coaxial que unió los
dos lados del Atlántico, tendido en 1955, correspondía a 48 líneas telefónicas.
¡Cuánto camino se ha recorrido desde entonces gracias a las fibras ópticas! Un
solo par de estos largos y delgados cabellos de vidrio, que vehiculan la
información en forma de impulsos de luz, transmite simultáneamente cerca de
500.000 comunicaciones telefónicas de un continente a otro, es decir a una
distancia de 6.000 a 10.000 km.
La idea de fabricar fibras de vidrio de sílice
suficientemente puro para transportar la luz a grandes distancias se ha ido
abriendo camino desde finales de los años 60. El fundamento: la luz enviada por
el interior de la fibra se refleja en sus paredes, lo que tiene como
consecuencia guiar el haz luminoso a lo largo de la fibra, incluso cuando ésta
está curvada; sin embargo, no fue hasta mediados de los años setenta que se
publicaron los resultados del trabajo teórico. Estos indicaban que era posible
confiar un haz luminoso en una fibra transparente flexible y proveer así un
análogo óptico de la señalización por alambres electrónicamente.
El problema técnico que se había de resolver para el avance
de la fibra óptica, residía en las fibras mismas, que absorbían luz que
dificultaba el proceso. para la comunicación práctica, la fibra óptica debe
transmitir señales luminosas detestables por muchos kilómetros. El vidrio
ordinario tiene un haz luminoso de pocos metros. Se han desarrollado nuevos
vidrios muy puros con transparencias mucho mayores que la del vidrio ordinario.
La concretización de esta idea requirió tiempo: han sido
necesarias sucesivas innovaciones tecnológicas relativas tanto al soporte material
—las fibras ópticas— como a la manera de enviar y hacer circular la información
por ellas. También se han tenido que desarrollar focos láser en miniatura (los
diodos láser) y dispositivos de recepción (fotodiodos), así como la electrónica
numérica de los circuitos integrados. Por todo ello, la regla general durante
mucho tiempo para las comunicaciones a larga distancia fueron los enlaces de
radio por satélite, que no cedieron el paso a los cables ópticos hasta el final
de los años ochenta. Pero, en la actualidad, la mayor parte de las
comunicaciones intercontinentales se realizan a través de cables ópticos
submarinos que, depositados en el fondo de los océanos, tejen una verdadera red
alrededor del planeta. De este modo, las fibras ópticas han sustituido
completamente a los cables coaxiales. Y, para el usuario, un signo tangible de
esta mutación a las fibras ópticas en las comunicaciones telefónicas
intercontinentales fue la desaparición en 1988 del tiempo muerto de 0,4
segundos, debido al enlace vía satélite.